Lepra en los Evangelios – Metzora

¿Por qué esta la lepra asociada con la inmundicia?, y ¿por qué fue la curación de los leprosos una preocupación central en el Ministerio de Mashiaj?

Los síntomas descritos en la Toráh que potencialmente podrían ser diagnosticados como lepra bíblica implican descomposición, desintegración y putrefacción, corrupción de la carne. Las leyes de los sacrificios enseñan que el Santuario de Elohim es incompatible con la muerte, la corrupción y lo perecedero.

El Santuario de Elohim representa la inmortalidad e incorruptibilidad. En Su Presencia, no hay muerte, no corrupción ni descomposición. Por lo tanto, Él prohíbe desde Su Santuario la enfermedad que representa una descomposición de la vida. La lepra involucra una progresión constante, visible hacia la corrupción física. Es la antítesis del mundo inmortal e incorruptible en el Santuario de Elohim.

La lepra también actúa como un prototipo para toda enfermedad humana. La enfermedad resulta de la descomposición de la carne. Le sigue la muerte. La lepra representa gráficamente esa progresión.

La enfermedad, muerte y descomposición no tienen lugar en la Presencia de Elohim. Su Santuario en la tierra refleja aquel Santuario celestial.

Yeshua es la solución para el problema de la lepra. Espiritualmente, Él no sufre la infección como de la lepra del pecado. Físicamente, su cuerpo no sufrió la corrupción: “porque no abandonarás mi alma en el
Seol; ni permitirás que Tu santo vea corrupción.
” Por su resurrección de entre los muertos, su carne pasó de mortal a inmortal y de lo corruptible a lo incorruptible. Su cuerpo resucitado sigue siendo carne humana real, regenerado en un cuerpo espiritual incorruptible. Por lo tanto, Él es el Sacerdote perfecto, Eterno, capaz de servir para siempre en el Santuario incorruptible.

Tal vez esto ayuda a explicar por qué la curación de leprosos ocupaba tal preocupación central en el
Ministerio de Mashiaj. No sólo sanó a muchos leprosos Él Mismo, pero Él dio a sus doce discípulos autoridad para sanar la lepra como evidencia del Reino de los cielos. La lepra simboliza la condición humana cargada de pecado, destinada a la muerte y descomposición.

Cada vez que Mashiaj sanó a un leproso, prefiguraba una reversión de ese estado corrupto, mortal. Cada
leproso sanado de su aflicción era un testimonio que el Reino de los Cielos estaba cerca.

¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? ¡Doy gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor! Así que yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios; pero con la carne, a la ley del pecado.

Romanos 7:24-25

Shabat Shalom


De la pluma del Rabino
Rabbí Peretz ben Yehudah M.A. Th.

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