Perlas de la Torah: Bejukotay

En la Torah las distinciones entre lo físico y lo espiritual no están tan claras. El mundo físico en su totalidad es espiritual porque el Eterno lo creó. El mundo físico fue creado de lo espiritual, y el espiritual está intrínsecamente presente en toda la forma física y acción. Por lo tanto, en el enfoque de la Toráh, es una dicotomía falsa el separar lo físico de lo espiritual.

Comentario

La porción de la Toráh de esta semana comienza diciendo:

“si ustedes caminan en mis estatutos y guardan mis mandamientos para ponerlos por obra… “.

Levítico 26:3

¿No es ese un tanto redundante? ¿Cuál es la diferencia entre (1) caminar en los estatutos, (2) guardar los mandamientos y (3) ponerlos por obra? En sus comentarios clásicos de la Torah, Rashí se preguntaba esto mismo y propuso una solución. Él sugiere que “andar en los estatutos “ refiera al estudio intensivo de la Torah. “Guardar los mandamientos” refiere a aprender de cómo los mandamientos de la Torah se guardan correctamente.

“Ponerlos por obra”…

…realmente se refiere a hacer lo que dicen los mandamientos que debemos hacer. Es decir debemos estudiar la Torah con el fin de aprenderla, y debemos aprenderlos con el propósito de hacerlos.

Este enfoque de la Toráh puede parecer obvio. No lo es. A veces estudiamos la Biblia simplemente para aprender las Escrituras, pero nunca sentimos el compromiso de hacer lo que la Biblia nos dice que hagamos. Continuamente escuchamos la palabra de Dios predicada y aprendemos su mensaje pero a menudo fallamos en ponerla en práctica. Esto es una realidad especialmente en relación con las Leyes de la Toráh.

En algunas escuelas de pensamiento cristianas, las leyes de la Torah se toman con un significado espiritual en vez de una aplicación literal. Lo que esa actitud manifiesta y sugiere es que las leyes de la Torah nunca fueron dadas para ser guardadas; fueron simplemente dadas para ser entendidas como lecciones espirituales.

Los Escritos Apostólicos…

…del primer siglo hablaban sobre el significado espiritual de los mandamientos de la Torah, al mismo tiempo que prácticamente les decían a los creyentes que no debían practicar la Torah. Esa clase de pensamiento resultante de la influencia del pensamiento y filosofía griega en la iglesia del primer y segundo siglos. En el enfoque filosófico secular, adquirir el conocimiento es una meta digna en sí mismo.

     En el pensamiento judío, el propósito para estudiar es más que simplemente para la adquisición de conocimiento. Conocimiento y aprendizaje son vistos solamente como medios para un mejor servicio de Dios. Por lo tanto, en el pensamiento judío, estudiamos para aprender y aprendemos para hacer

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