¿Qué regalo puede encontrar para el Dios que ya lo tiene todo? ¿Desea Elohim sacricios? El libro de Levítico comienza con un registro de regalos que ofrecen algunas sugerencias.

     ¿Qué regalo puede encontrar para el Todopoderoso? Es difícil ir de compras para un Dios que lo tiene todo. La palabra hebrea para sacrificio, korban, podría ser traducida como “algo traído cerca”, o para ponerlo otra manera, podría ser traducido como “regalo”. Los israelitas debían ver los sacrificios como regalos que podrían traer a Dios.

Impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y le será aceptada para que le sirva de expiación.

Levítico 1:4

     En Romanos 12:1, Pablo nos insta a presentar nuestros cuerpos como sacrificio “vivo y Santo, aceptable a Dios.” ¿Qué significa esto en términos prácticos? ¿Pablo nos pide construir altares y sacrificarnos literalmente sobre ellos? Claro que no. Pablo está utilizando el lenguaje sacrificial como una ilustración para la obediencia. Está instándonos a dejar de lado nuestra obstinada voluntad, de nuestra carne rebelde y nuestro ego centrado en sí mismo y obligarlos a someterse a los mandamientos de Dios. Cuando hacemos a un lado nuestros propios deseos personales e inclinaciones por obedecer a Dios, Estamos sacrificándonos a nosotros mismos por amor del cielo. En lugar de ofrecer un toro, una cabra o un cordero a Dios como un regalo, estamos ofreciéndonos nosotros mismos. Por esta razón el profeta Samuel declara que la obediencia es mejor que los sacrificio:

Y Samuel dijo: ¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEÑOR? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros.

1 Samuel 15:22

     Por medio del profeta Oseas, el Señor declara, “me deleito en la lealtad, en lugar de sacrificio y en el conocimiento de Dios más que holocaustos” (Oseas 6:6). A Yeshúa le gustaba citar este verso para probar que Dios estaba más preocupada por el comportamiento ético que obediencia ritual superficial. Este es un principio importante para todas las personas religiosas.

     Independientemente de la religión, siempre es más fácil responder a las preocupaciones rituales que vivir vidas piadosas. El escritor del libro de Hebreos dice, “Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios. ” (Hebreos 13:16).

     En el mundo de hoy no existe el Tabernáculo o el Templo en el que una persona puede ofrecer un sacrificio. Si deseamos dar a Dios un regalo hoy, ¿qué podemos darle? No podemos darle ningún regalo mejor que nuestra humilde sumisión a Su voluntad. Podemos darle el simple sacrificio de obediencia agradecida.

     Mas respondiendo Pedro y Juan, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros (a los hombres) antes que a Dios (en lo que Él dijo);

Hechos 4:19