Esto También es para Bien – Miketz

No importa que mal las cosas se tornan, recuérdese a usted mismo, “No solo se trata de pensamientos positivo, es el poder de la fe.

La vida de Yoséf pone de manifiesto la mano soberana de Elohim en las vidas humanas.

Aunque el mundo que nos rodea parece seguir un curso completamente al azar, Elohim está llevando a cabo sus propósitos en medio de ellos. Desde el punto de vista de Yoséf, no había razón para sospechar que Elohim tenía sus mejores intenciones para él en mente.

Yoséf había sido secuestrado y traicionado por sus propios hermanos, vendido en Egipto como un esclavo, falsamente acusado de intento de adulterio y encarcelado en un calabozo. Su vida parece estar siguiendo la ley de Murphy que dice que “si algo puede salir mal, lo hará.” Hasta ahora, todo estaba saliendo mal.

José se aferró obstinadamente a una confianza inquebrantable en el Elohim de sus padres.

A pesar de todo a su alrededor se estaba derrumbando, se mantuvo mirando a Elohim y creyendo que El estaba activo aún a través del caos. Nunca cayó en desesperación, depresión o abatimiento porque siempre creía que é estaba justamente donde Elohim lo había colocado.

El compendio de instrucciones de los creyentes gentiles de finales del primer siglo titulados “Didaché” dice “Aceptar las cosas que te ocurran como bueno, sabiendo que sin Dios nada puede pasar” (Didache 3:10). Del mismo modo, Pablo dice, “sabemos que todas las cosas cooperan para bien para aquellos que aman a Dios, a aquellos que son llamados conforme a su propósito” (Romanos 8:28).

Esto puede ser comparado con la historia de un rabino de los días de los apóstoles llamado Najam. Todos le llamaban
“Najam Esto-También” porque, pasara lo que pasara, siempre decía, “Esto también es para el bien.” Sorprendentemente, Dios honró su fe proveyendo continuamente milagros para Najam.

Una vez sucedió que Najam Esto-También estaba sirviendo como Embajador en Roma. Él venía para presentar al Emperador romano un regalo del pueblo de Judea en un intento de sobornarlo para revertir algunas leyes en contra
de los judíos. Mientras que iba en ruta a Roma se detuvo en una posada. Mientras él dormía, el encargado de la pensión robó los tesoros preciosos para el emperador del cofre de Najam reemplazándolos con arena.

Najam fue a Roma, sin saber que estaba llevando una caja de arena. Cuando el emperador abrió el cofre y vio la arena, ordenó que Najam fuese puesto a muerte. Najam respondió simplemente: “Esto también es para el bien.” En ese momento, Elías el Profeta apareció bajo el disfraz de un oficial romano y sugirió que tal vez la arena era “arena mágica.”

El emperador accedió a probar la teoría, y de hecho, cuando sus tropas lanzaron la arena a sus enemigos, prevalecieron en la batalla. El emperador inmediatamente soltó a Najam, revirtió su decreto contra los judíos y recompensó a Najam con gran riqueza.

La historia de Najam Esto-También es una buena ilustración de la historia de Yoséf. Igual que Najam Esto-También, Yoséf se negó a ser empujado por las circunstancias de la vida. En cambio, él buscó en Elohim la fuerza y aliento, y él se mantuvo fiel, creyendo.

En la lectura de la Torá de esta semana, veremos cómo la fe de Yosef un tipo de esto-también-es-para-bien fue recompensado y cómo cambió su suerte.

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