El Banquete de Melquisedec – Lej-Leja

“Y Melquisedek rey de Salem sacó pan y vino”


Cuando Abraham regresaba de la guerra, un jefe local salió a su encuentro. Él ofreció provisiones a Abraham y sus hombres, y bendijo a Abraham. El jefe es llamado Melquisedec, rey de Salem.


La Torá no nos dice mucho sobre Melquisedec. Sabemos que Melquisedec gobernó como un rey; él ministraba como sacerdote de Elohim; él gobernó una ciudad llamada Salem; él adoraba al Dios Altísimo; el bendijo a Abraham, y recibió el diezmo de Abraham.

La Toráh no nos proporciona ninguna información más allá de esos pocos y escasos detalles. Como el carácter de Enoc en Génesis 5, el misterioso Melquisedec invita a la exageración, y tanto las tradiciones judías como cristianas han sido muy generosos con él.

Melquisedec no era un nombre personal. Parece que funciona como un título honorífico, como el nombre de Abimelec (Padre de un rey). No sabemos el nombre personal de Melquisedec que conoció a Abraham en Génesis 14. Del mismo modo, la palabra Mesías (es decir, Cristo) funciona como un título, no un nombre personal.

La Biblia se refiere a cualquier rey sobre Israel como “Mesías” (ungido). De la misma manera que llamamos Yeshua al Mesías, uno podría llamarlo el Melquisedek.


Él es el rey de justicia.

El profeta Jeremías se refirió a la venida del Mesías como el rey que logrará la justicia:

“He aquí vienen días, dice el SEÑOR, en que levantaré a David un Retoño justo. Reinará un Rey que obrará con inteligencia y que practicará el derecho y la justicia en la tierra.

(Jeremías 23:5)


La Torá nos dice que Melquisedec es el rey de Salem.

La Biblia identifica a Salem como el nombre antiguo de Jerusalén. Salmo 76:3(2) equivale a Salem con Sión (es decir, Jerusalén), diciendo, “su tabernáculo está en Salem; Su morada también es en Sión.” La asociación con Jerusalén aumenta la imaginación mesiánica. La idea de un “Rey de Justicia” gobernando sobre Jerusalén apunta hacia la Era mesiánica.

Cuando venga el Mesías, Jerusalén será la capital del Reino de los cielos en la tierra, y el Mesías reinará con justicia. Además, el escritor del libro de Hebreos señala que el término “Rey de Salem” se podría leer como “Rey de paz” (Hebreos 7:2). Los profetas nos dicen que cuando el Mesías venga a gobernar y reinar en Jerusalén, iniciará una era de paz en la tierra.

Melquisedek fue el anfitrión de Abraham y sus hombres en un gran banquete.

Y Melquisedek rey de Salem sacó pan y vino” (Génesis 14:18). La escatología judía enseña que en la Era mesiánica, el Mesías será el anfitrión de una gran cena en Jerusalén. Los justos resucitados se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob.

Este es el significado del pasaje que dice, “[Abraham] buscaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Hebreos 11:10). Abraham buscó la ciudad eterna que había de venir. Abraham buscaba la Jerusalén de Mashiaj. En Génesis 14, recibió un anticipo de ese gran banquete de Jerusalén como el rey de justicia salió de Jerusalén y preparó una mesa con “pan y vino” para Abraham y sus hombres.

El pan y vino de Melquisedec aluden al último Seder (de Pesaj—la Pascua) en la que Mashiaj partió el pan sin levadura y compartió la copa, declarándola como un recordatorio de sí mismo. En esa comida, Mashiaj prometió a sus
discípulos que Él volvería a comer de la Pascua y beber la Copa otra vez con ellos en el banquete en el Reino de Dios.
Esperamos con creciente expectativa ese día cuando el Eterno Melquisedec otra vez servirá pan y vino a Abraham y a sus seguidores, quienes son de la fe de Abraham. ¡El Año próximo en Jerusalén!

De la pluma del Rabino Peretz Ben Yehudah – Ma.Th. Julio C. Pérez

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