Lectura parashá Reeh

Re’eh | רְאֵה


“Mira”

Rabí Eleazar dijo:

“la espada y el libro descendieron del cielo envuelto juntos. Elohim le dijo a Israel: ‘si haces lo que está escrito en este libro serás guardado de la espada; y si no, serán matados por esta espada’.”

Devarim Rabá 4.2

Mira, pues; yo pongo hoy delante de ustedes la bendición y la maldición: 27 la bendición, si obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios que yo les mando hoy; 28 y la maldición, si no obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios, sino que se apartan del camino que yo les mando hoy, para ir en pos de otros dioses que no han conocido“.

El Meollo del Asunto

La Parasha Re’eh comienza la enumeración de los mandamientos específicos de la Toráh, que Elohim ha estado exhortando a Israel a guardar. En cuanto al formato del Pacto, ahora empezamos la sección de lo que llamaríamos las “Estipulaciones”, habiendo completado el preámbulo y el prólogo histórico. La siguiente sección mayor será las bendiciones y las maldiciones, aunque al final del prólogo histórico, hay minisecciones para una previa visualización de las bendiciones y las maldiciones que aparecen al principio de la parasha Devarim 11:26-32.

Deuteronomio 11:26 – 12:10 (RVA)

26 “Mira, pues; yo pongo hoy delante de ustedes la bendición y la maldición: 27 la bendición, si obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios que yo les mando hoy; 28 y la maldición, si no obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios, sino que se apartan del camino que yo les mando hoy, para ir en pos de otros dioses que no han conocido.

29 “Sucederá que cuando el SEÑOR tu Dios te introduzca en la tierra a la cual vas para tomarla en posesión, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal. 30 ¿Acaso no están estos al otro lado del Jordán, hacia donde se pone el sol, en la tierra de los cananeos que habitan en el Arabá, frente a Gilgal, junto a la encina[a] de Moré?

31 “Ciertamente ustedes van a cruzar el Jordán para ir a tomar posesión de la tierra que les da el SEÑOR su Dios, y la tomarán y habitarán en ella. 32 Entonces cuidarán de poner por obra todas las leyes y decretos que yo pongo hoy delante de ustedes.

12 “Estas son las leyes y los decretos que cuidarán de poner por obra en la tierra que el SEÑOR, Dios de sus padres, les ha dado, para que tengan posesión de ella todos los días que vivan sobre la tierra. Ciertamente destruirán todos los lugares donde las naciones que ustedes han de desalojar han servido a sus dioses sobre los montes altos, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso. Derribarán sus altares, romperán sus piedras rituales y quemarán en el fuego sus árboles de Asera; quebrarán las imágenes de sus dioses y harán desaparecer sus nombres de aquel lugar.

“No harán así para con el SEÑOR su Dios, sino que buscarán el lugar que el SEÑOR su Dios haya escogido de todas sus tribus para poner allí su nombre y morar en él, y allá irán. Allá llevarán sus holocaustos, sus sacrificios, sus diezmos, la ofrenda alzada de sus manos, sus ofrendas votivas, sus ofrendas voluntarias y las primeras crías de sus vacas y de sus ovejas. Allí comerán delante del SEÑOR su Dios, y se regocijarán ustedes y sus familias por todo lo que sus manos hayan emprendido, conforme a lo que el SEÑOR su Dios los haya bendecido.

“No harán como todo lo que nosotros hacemos hoy aquí, cada uno como le parece bien; porque hasta ahora no han entrado al reposo y a la heredad que les da el SEÑOR su Dios. 10 Pero cruzarán el Jordán y habitarán en la tierra que el SEÑOR su Dios los hace heredar, y él les dará reposo de todos sus enemigos de alrededor; y habitarán seguros.

Deuteronomio 12:11-28 (RVA2015)

11 Entonces llevarán al lugar que el SEÑOR su Dios haya escogido para hacer habitar allí su nombre todas las cosas que yo les mando: sus holocaustos, sus sacrificios, sus diezmos, la ofrenda alzada de sus manos, y todas sus más selectas ofrendas votivas que hayan hecho al SEÑOR. 12 Y se regocijarán delante del SEÑOR su Dios, ustedes, sus hijos, sus hijas, sus siervos, sus siervas y el levita que esté dentro de sus ciudades, ya que él no tiene parte ni heredad con ustedes[a].

13 “Ten cuidado de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas. 14 Más bien, solo en el lugar que el SEÑOR haya escogido en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando. 15 No obstante, en todas tus ciudades podrás matar y comer carne con todo tu apetito, según te haya bendecido el SEÑOR tu Dios. Tanto el que está impuro como el que está puro la podrán comer, como si se tratara de una gacela o de un venado. 16 Solo que no comerán la sangre; la derramarán sobre la tierra como agua.

17 “Pero en tus ciudades no podrás comer el diezmo de tu grano, de tu vino nuevo, de tu aceite, ni de las primeras crías de tus vacas y de tus ovejas, ni ninguna de las ofrendas votivas que prometes, ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano. 18 Más bien, delante del SEÑOR tu Dios, en el lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido, la comerás, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva y el levita que está en tus ciudades, regocijándote delante del SEÑOR tu Dios por todo lo que tu mano ha emprendido. 19 Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre tu tierra.

20 “Cuando el SEÑOR tu Dios ensanche tu territorio como te ha prometido y tú digas: ‘Comeré carne’, porque tienes deseo de ella, podrás comer la carne con todo tu apetito. 21 Si está muy lejos de ti el lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido para poner allí su nombre, entonces matarás de tus vacas y de tus ovejas que el SEÑOR te haya dado, como yo te he mandado. Comerás en tus ciudades con todo tu apetito. 22 La comerás de la misma manera que se come la carne de la gacela o del venado; tanto el que está impuro como el que está puro la podrán comer. 23 Solo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida; no comerás la vida junto con la carne. 24 No comerás la sangre, sino que la derramarás en la tierra como agua. 25 No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hagas lo recto ante los ojos del SEÑOR.

26 “Pero tomarás las cosas que hayas consagrado y tus ofrendas votivas, e irás al lugar que el SEÑOR haya escogido. 27 Ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar del SEÑOR tu Dios. La sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, pero podrás comer la carne.

28 “Guarda y obedece todas estas palabras que yo te mando, para que cuando hagas lo bueno y recto ante los ojos del SEÑOR tu Dios, te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, para siempre.

Deuteronomio 12:29 – 13:19 (RVA2015)

29 “Cuando el SEÑOR tu Dios haya destruido delante de ti las naciones a donde tú vas para desalojarlas, y las desalojes y habites en su tierra, 30 guárdate de que no caigas en la trampa siguiendo su ejemplo, después que hayan sido destruidas delante de ti. No indagues acerca de sus dioses, diciendo: “¿De qué manera rendían culto estas naciones a sus dioses para que también yo haga lo mismo?’. 31 No actuarás de esa manera con respecto al SEÑOR tu Dios. Ciertamente ellos hacen con sus dioses todo lo que el SEÑOR aborrece, pues aun a sus hijos y a sus hijas queman en el fuego para sus dioses.

32 “Tendrán cuidado de hacer todo lo que yo les mando; no añadirán[a] a ello, ni quitarán[b] de ello.

13 “Si se levanta en medio de ti un profeta o un soñador de sueños, y te da una señal o un prodigio, si se cumple la señal o el prodigio que él te predijo al decirte: ‘Vayamos en pos de otros dioses’ —que tú no conociste— ‘y sirvámosles’, no escuches las palabras de tal profeta ni de tal soñador de sueños; porque el SEÑOR su Dios los estará probando, para saber si aman al SEÑOR su Dios con todo su corazón y con toda su alma. En pos del SEÑOR su Dios andarán, y a él temerán. Guardarán sus mandamientos y escucharán su voz. A él servirán y a él serán fieles. Pero tal profeta o tal soñador de sueños ha de ser muerto, porque predicó la rebelión contra el SEÑOR su Dios que te sacó de la tierra de Egipto y te rescató de la casa de esclavitud. Él trató de desviarte del camino por el que el SEÑOR tu Dios te mandó andar. Así eliminarás el mal de en medio de ti.

“Si te incita tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o tu amada mujer, o tu íntimo amigo, diciendo en secreto: ‘Vayamos y sirvamos a otros dioses’ —que tú no conociste ni tus padres, dioses de los pueblos que están en los alrededores de ustedes, cerca de ti o lejos de ti, como está un extremo de la tierra del otro extremo de la tierra—, no lo consientas ni lo escuches. Tu ojo no le tendrá lástima ni tendrás compasión de él ni lo encubrirás. Más bien, lo matarás irremisiblemente; tu mano será la primera sobre él para matarlo y después la mano de todo el pueblo. 10 Lo apedrearás, y morirá, por cuanto procuró apartarte del SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud. 11 Y todo Israel lo oirá y temerá, y no volverá a hacer semejante maldad en medio de ti.

12 “Si de alguna de tus ciudades que el SEÑOR tu Dios te da, para que habites en ella, oyes que se dice 13 que hombres impíos de en medio de ti han descarriado a los habitantes de su ciudad, diciendo: ‘Vamos y sirvamos a otros dioses’ —que ustedes no conocieron—, 14 entonces tú inquirirás, investigarás y averiguarás bien. Y he aquí que si resulta ser verdad y cosa confirmada que se ha hecho tal abominación en medio de ti, 15 irremisiblemente matarás a filo de espada a los habitantes de aquella ciudad, destruyéndola por completo con todo lo que haya en ella. También matarás sus animales a filo de espada. 16 Juntarás todo su botín en medio de su plaza, e incendiarás la ciudad y todo su botín, como una ofrenda del todo quemada al SEÑOR tu Dios. Así será convertida en ruinas perpetuas, y nunca más será edificada. 17 No se pegue a tu mano nada del anatema, para que el SEÑOR desista del furor de su ira, tenga piedad y compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres, 18 con tal de que obedezcas la voz del SEÑOR tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos del SEÑOR tu Dios.

Deuteronomio 14:1-21 (RVA2015)

14 “Ustedes son hijos del SEÑOR su Dios: No sajarán sus cuerpos ni raparán sus cabezas por causa de algún muerto. Porque tú eres un pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; el SEÑOR te ha escogido de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que le seas un pueblo especial.

“No comerán ninguna cosa abominable. Estos son los animales que pueden comer: la vaca, la oveja, la cabra, el venado, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y la gamuza. Podrán comer todo animal que tiene las pezuñas partidas, hendidas en dos mitades, y que rumia. Pero de los animales que rumian o de los que tienen la pezuña partida no comerán estos: el camello, la liebre y el conejo. Les serán inmundos porque rumian pero no tienen la pezuña partida. También les será inmundo el cerdo, porque tiene la pezuña partida pero no rumia. No comerán su carne ni tocarán sus cuerpos muertos.

“Estos podrán comer de todo animal acuático: Podrán comer todo lo que tiene aletas y escamas. 10 Pero todo lo que no tiene aletas ni escamas no lo comerán; les será inmundo.

11 “Podrán comer toda ave limpia. 12 Pero estas son las aves que no comerán: el águila, el quebrantahuesos, el azor, 13 el halcón, el milano y el buitre, según sus especies; 14 todo cuervo según su especie; 15 el avestruz, el corvejón, la gaviota y el gavilán, según sus especies; 16 la lechuza, el búho, el calamón, 17 el pelícano, el gallinazo, el somormujo, 18 la cigüeña y la garza, según sus especies; la abubilla y el murciélago.

19 “Todo insecto alado les será inmundo; no se comerá.

20 “Podrán comer toda criatura que vuela y que sea limpia.

21 “No comerán ningún animal mortecino. Lo podrás dar al forastero que está en tus ciudades, para que él lo coma; o lo venderás a un extranjero. Porque tú eres un pueblo santo para el SEÑOR tu Dios.

“No guisarás el cabrito en la leche de su madre.

Deuteronomio 14:22-29 (RVA2015)

22 “Sin falta darás el diezmo de todo el producto de tu semilla que el campo rinda año tras año. 23 Delante del SEÑOR tu Dios, en el lugar que él haya escogido para hacer habitar allí su nombre, comerás el diezmo de tu grano, de tu vino nuevo, de tu aceite, de los primogénitos de tu ganado y de tu rebaño, a fin de que aprendas a temer al SEÑOR tu Dios, todos los días. 24 Si el camino es largo y tú no puedes transportar el diezmo, cuando el SEÑOR tu Dios te bendiga, porque está muy lejos de ti el lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido para poner allí su nombre, 25 entonces lo darás en dinero. Tomarás el dinero contigo e irás al lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido. 26 Entonces darás el dinero por todo lo que apetezcas: vacas, ovejas, vino, licor o por cualquier cosa que desees. Y comerás allí delante del SEÑOR tu Dios, y te regocijarás tú con tu familia. 27 No desampararás al levita que habite en tus ciudades, porque él no tiene parte ni heredad contigo.

28 “Al final de cada tres años, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año y lo guardarás en tus ciudades. 29 Entonces vendrán el levita que no tiene parte ni heredad contigo, el forastero, el huérfano y la viuda que haya en tus ciudades. Ellos comerán y se saciarán, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda obra que hagas con tus manos.

Deuteronomio 15:1-18 (RVA2015)

15 “Cada siete años harás remisión. En esto consiste la remisión: Todo aquel que dio un préstamo con el cual obligó a su prójimo, perdonará a su deudor. No lo exigirá de su prójimo o de su hermano, porque habrá sido proclamada la remisión del SEÑOR. De un extranjero podrás exigir el reintegro, pero lo que tu hermano tenga de ti desistirás de cobrarlo. Sin embargo, no debe haber necesitado en medio de ti, porque el SEÑOR te bendecirá con abundancia en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad para que tomes posesión de ella. Solo que escuches de veras la voz del SEÑOR tu Dios, para guardar y cumplir todo este mandamiento que yo te mando hoy. Ciertamente el SEÑOR tu Dios te bendecirá, como te ha prometido. Darás prestado a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado. Te enseñorearás de muchas naciones, pero ellas no se enseñorearán de ti.

“Cuando uno de tus hermanos esté necesitado en alguna de tus ciudades en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano necesitado. Le abrirás tu mano con liberalidad, y sin falta le prestarás lo que necesite.

“Guárdate de que no haya en tu corazón pensamiento perverso, para decir: ‘Está cerca el año séptimo, el año de la remisión’, y mires malévolamente a tu hermano necesitado para no darle nada. Porque él clamará contra ti al SEÑOR, y será hallado en ti pecado. 10 Sin falta le darás, y no tenga dolor tu corazón por hacerlo, porque por ello te bendecirá el SEÑOR tu Dios en todas tus obras y en todo lo que emprenda tu mano. 11 Porque no faltarán necesitados en medio de la tierra; por eso, yo te mando diciendo: Abrirás tu mano ampliamente a tu hermano, al que es pobre y al que es necesitado en tu tierra.

12 “Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti, te servirá seis años, y al séptimo lo dejarás ir libre de ti. 13 Cuando lo dejes ir libre, no lo dejarás ir con las manos vacías. 14 Le proveerás generosamente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar. Le darás de aquello con que el SEÑOR tu Dios te haya bendecido. 15 Te acordarás de que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te rescató. Por eso, yo te mando esto hoy. 16 Pero sucederá que si él te dice: ‘No quiero apartarme de ti’, porque te ama a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo, 17 entonces tomarás una lezna, le perforarás una oreja contra la puerta, y será tu siervo para siempre. Igual trato darás a tu sierva. 18 No te parezca duro cuando lo dejes ir libre, porque por la mitad del salario de un jornalero te ha servido durante seis años. Así el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo cuanto hagas.

Deuteronomio 15:19 – 16:17 (RVA2015)

19 “Consagrarás al SEÑOR tu Dios todo primer animal macho que nazca de tus vacas y de tus ovejas. No trabajarás con la primera cría de tus vacas ni esquilarás a la primera cría de tus ovejas. 20 Delante del SEÑOR tu Dios los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que el SEÑOR haya escogido. 21 Pero si hay algún defecto en él, si es cojo o ciego, o tiene cualquier otra falta, no lo sacrificarás al SEÑOR tu Dios. 22 Lo comerás en tus ciudades; podrá comer de él tanto el que está impuro como el que está puro, como si se tratara de una gacela o de un venado. 23 Solo que no comerás su sangre; la derramarás sobre la tierra como agua.

16 “Guarda el mes de Abib[a] y celebra la Pascua del SEÑOR tu Dios, porque en el mes de Abib el SEÑOR tu Dios te sacó de Egipto, de noche. Sacrifica para el SEÑOR tu Dios la víctima de la Pascua, de las ovejas o de las vacas, en el lugar que el SEÑOR haya escogido para hacer habitar allí su nombre.

“No comerás con ella ninguna cosa que tenga levadura. Durante siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de pobreza, para que te acuerdes todos los días de tu vida del día en que saliste de la tierra de Egipto. Pues con prisa saliste de la tierra de Egipto. Durante siete días no se verá levadura en tu casa, en ningún lugar de tu territorio. De la carne del animal que sacrifiques en el atardecer del primer día, no quedará nada hasta la mañana del día siguiente.

“No podrás sacrificar la víctima de la Pascua en ninguna de las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da. Solo en el lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido para hacer habitar allí su nombre, sacrificarás la víctima de la Pascua, al atardecer, a la puesta del sol, a la hora en que saliste de Egipto. La asarás y la comerás en el lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido, y a la mañana siguiente podrás partir e ir a tu morada. Durante seis días comerás panes sin levadura, y en el séptimo día habrá asamblea festiva para el SEÑOR tu Dios; no harás ningún trabajo.

“Siete semanas contarás; desde el comienzo de la siega de la mies comenzarás a contar siete semanas. 10 Entonces celebrarás la fiesta de Pentecostés al SEÑOR tu Dios; darás según la medida de la generosidad de tu mano, según el SEÑOR tu Dios te haya bendecido. 11 Y en el lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido para hacer habitar allí su nombre, te regocijarás delante del SEÑOR tu Dios, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que esté en tus ciudades, y el forastero, el huérfano y la viuda que estén en medio de ti. 12 Acuérdate que tú fuiste esclavo en Egipto; por eso guardarás y cumplirás estas leyes.

13 “Celebrarás durante siete días la fiesta de los Tabernáculos, cuando hayas recogido la cosecha de tu era y de tu lagar. 14 Regocíjate en tu fiesta, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que estén en tus ciudades. 15 Siete días celebrarás la fiesta al SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR haya escogido. Porque el SEÑOR tu Dios te habrá bendecido en todos tus frutos y en toda la obra de tus manos, y estarás muy alegre.

16 “Tres veces al año se presentará todo hombre tuyo delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que él haya escogido: en la fiesta de los Panes sin levadura, en la fiesta de Pentecostés y en la fiesta de los Tabernáculos. Nadie se presentará delante del SEÑOR con las manos vacías; 17 cada uno lo hará con el presente de su mano, conforme a lo que el SEÑOR tu Dios te haya bendecido.

Isaías 54:11- 55:5 (RVA2015)

11 “¡Pobrecita, fatigada por la tempestad y sin consuelo! He aquí que yo asentaré tus piedras sobre turquesas[a] y pondré tus cimientos sobre zafiros. 12 Haré tus almenas de rubíes y tus puertas de berilo; y todo tu muro alrededor, de piedras preciosas.

13 “Todos tus hijos serán enseñados por el SEÑOR, y grande será la paz de tus hijos. 14 En justicia estarás afirmada. Estarás apartada de la opresión, la cual no temerás; y lejos del terror, el cual no se acercará a ti. 15 Si alguno te ataca ferozmente, no será de mi parte; quien te ataque caerá ante ti. 16 He aquí, yo he creado al herrero que sopla los carbones en el fuego y que saca una herramienta para su trabajo; también yo he creado al destructor para destruir. 17 No prosperará ninguna herramienta que sea fabricada contra ti. Tú condenarás toda lengua que se levante contra ti en el juicio. Esta es la heredad de los siervos del SEÑOR, y su vindicación de parte mía”, dice el SEÑOR.

55 “Oh, todos los sedientos, ¡vengan a las aguas! Y los que no tienen dinero, ¡vengan, compren y coman! Vengan, compren sin dinero y sin precio vino y leche. ¿Por qué gastan el dinero en lo que no es pan, y su trabajo en lo que no satisface? Óiganme atentamente y coman del bien, y su alma se deleitará con manjares. Inclinen sus oídos y vengan a mí; escuchen, y vivirá su alma. Yo haré con ustedes un pacto eterno, las fieles misericordias demostradas a Davidf. He aquí que yo lo he puesto como testigo a los pueblos, como jefe y comandante de los pueblos. He aquí, llamarás a naciones que no conocías, y naciones que no te conocían correrán hacia ti, por causa del SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, que te ha llenado de gloria”.

Juan 7:37-52 (RVA2015)

37 Pero en el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y alzó la voz diciendo:

—Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior.

39 Esto dijo acerca del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues todavía no había sido dado el Espíritu[a] porque Jesús aún no había sido glorificado.

40 Entonces, cuando algunos de la multitud oyeron estas palabras, decían: “¡Verdaderamente, este es el profeta!”[b]41 Otros decían: “Este es el Cristo”. Pero otros decían: “¿De Galilea habrá de venir el Cristo? 42 ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de la aldea de Belén, de donde era David[c]?”. 43 Así que había disensión entre la gente por causa de él. 44 Algunos de ellos querían tomarlo preso, pero ninguno le echó mano.

45 Luego los guardias regresaron a los principales sacerdotes y a los fariseos, y estos les dijeron:

—¿Por qué no lo trajeron?

46 Los guardias respondieron:

—¡Nunca habló hombre alguno así!

47 Entonces los fariseos les respondieron:

—¿Será posible que ustedes también hayan sido engañados? 48 ¿Habrá creído en él alguno de los principales o de los fariseos? 49 Pero esta gente que no conoce la ley es maldita.

50 Nicodemo, el que fue a Jesús al principio y que era uno de ellos, les dijo:

51 —¿Juzga nuestra ley a un hombre si primero no se le oye y se entiende qué hace?

52 Le respondieron y dijeron:

—¿Eres tú también de Galilea? Escudriña y ve que de Galilea no se levanta ningún profeta.

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