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El Judaísmo Mesiánico

Cada uno de nosotros, los que nos hemos juntado como miembros de Beit Meshobeb en Messianic Jewish Ministries International, tenemos una historia que narra nuestro encuentro con la Torá.

Todos supimos del judaísmo mesiánico de una manera muy particular y especial. Mi esposa y yo, siendo los líderes de una congregación cristiana, fuimos confrontados con la evidencia irrefutable de lo que hoy conocemos como el judaísmo mesiánico. Quizás menos de un año después, hicimos nuestro RETORNO, y ese fue el comienzo de esta congregación Judío Mesiánica «Beit Meshobeb», o casa de restauración.

Fue una experiencia extraña, un tanto confusa y hasta preocupante. Ha sido una congregación pequeña. Nos hemos enfrentado con realidades totalmente distintas y hemos necesitado reorientar nuestros esfuerzos, o simplemente esperar que una voz más convincente hable al corazón de personas que nunca habíamos conocido, ni nunca nos hemos cruzamos en el camino.

Durante varios años, nunca fue más que una docena o más que nos hemos reunido en Shabat para aprender la Torá. Ninguno de nosotros creció sabiendo que somos judíos. Ha sido una extraña colección de personas de diferentes trasfondos y experiencias, pero fue ahí que comenzamos a estudiar y a tratar de entender la Torá desde una perspectiva judío mesiánica.

Todos los hermanos y ustedes mismos, y muchos antes que ustedes, han confesado que en un mes aquí han aprendido más de la Biblia que en todos los años en la iglesia. Hemos aprendido de las raíces auténticas del cristianismo. Hemos aprendido de Shabat y las fiestas bíblicas. Comenzamos a ver a Yeshúa, el verdadero Jesús bíblico; el Jesús judío, a Yeshua, su verdadero Nombre, y hemos comenzado a comprenderlo en su contexto judío.
Ha sido una experiencia que nos ha abierto los ojos, literalmente hablando. Ha sido como leer las Escrituras por primera vez.

Todo este descubrimiento ha sido emocionante. Al principio, supusimos que nuestra familia y las pocas personas que asistían a la congregación con nosotros eran las únicas personas en nuestros alrededores que entendían las Escrituras de esta manera. Poco a poco comenzamos a descubrir a otros ministerios judío mesiánicos y allí comenzamos a encontrarnos con algunos materiales que circulaban por aquel tiempo. Unos buenos, pero muchos otros muy dañinos, con mucho error. Los que consideramos aceptables y apropiados, generalmente en inglés, nos llegaron como el agua en el desierto. Lo que nos ayudó a entender algunas cosas, pero más que todo a crear un sistema de defensa para evitar que falsas doctrinas encubiertas se propagaran entre nosotros.

Esto no ha sido nada fácil. Ha requerido de mucha disciplina y esfuerzo para ir estableciendo métodos y sistemas de enseñanza que permitieran a los nuevos hermanos solidificarse en su nueva fe.

Por todo ello, bendecimos a nuestro Padre Santo por habernos sacado de, e introducido a esta nuestra nueva vivencia en Su Palabra. ¡Un gran desafío, sin duda, pero un nuevo despertar! Un nuevo camino para una vida nueva.

El estudio de la Torá ha sido revelador, emocionante, explosivo y revolucionario. Ha sido como un antídoto a la duda, y nos ha alimentado a proseguir para estudiar más y más. Todas nuestras dudas acerca de la Biblia han comenzado a desaparecer. Cuanto más estudiamos la Torá, la Ley de Elohim, y el judaísmo de Jesús y de los creyentes del primer siglo, más y más se ha ido desmoronando el argumento teológico en cada uno de nosotros.

Es nuestra convicción que cualquier hermano y hermana que aún no ha tenido la oportunidad de aprender la Biblia desde la perspectiva de las raíces del hebreo, posiblemente no puedan entender lo que quiero decir.

Términos como revelador, elevando nuestra fe y un shock en nuestra cabeza, todos se quedan pequeños al momento de describir la alegría de leer y estudiar las Escrituras en su contexto judío. De hecho, esto no debería sorprender a nadie. Después de todo, la Biblia es un libro completamente judío. ¿Cómo esperábamos nosotros, dentro de nuestra experiencia en el cristianismo, entender la Biblia sin tratar de entender la Torá y el judaísmo bíblico? No tengo la menor idea.

Imagínese a una persona que ha crecido con la visión borrosa. Esta persona asume que toda la gente ve el mundo en la misma forma borrosa y nebulosa, exactamente como él o ella lo ve. Supone que la visión borrosa es lo normal. No sabe que le algo le falta. Hasta que un día en que se le da un par de gafas. Inmediatamente el mundo toma una definición clara. Todo es visto diferente. Esta persona se da cuenta de cuánto ha estado perdiéndose y cómo se ha limitado en el entendimiento y beneficio de su Biblia.

Estudiar la Biblia desde la perspectiva que la Torá ofrece al resto de la historia es enormemente revelador.

Para mí, y creo que para todos los que formamos Beit Meshobeb, ha sido un viaje revolucionario. En muchos aspectos, la perspectiva de las raíces hebreas ha rescatado mi fe y la de todos los hermanos que nos han acompañado en este regresar porque, ha salvado mi fe y su fe; ha sido una restauración real.

Eso es lo que llamamos el Judaísmo Mesiánico; el judaísmo de Yeshúa, el judaismo bíblico.