Por lo tanto, hallo esta ley: Aunque quiero hacer el bien, el mal está presente en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo en mis miembros una ley diferente que combate contra la ley de mi mente y me encadena con la ley del pecado que está en mis miembros.
Romanos 7:21-23 (RVA2015)
La carta a los Romanos es el texto apostólico más leídos entre el pueblo creyente. Así como se ha citado para hablar de la igualdad entre los miembros de Mashiaj (judíos y gentiles), se ha utilizado para hablar en contra de la Ley del Señor (la Torah).
¿El fin de la Ley es Cristo?
La mayoria de los “estudioso” de la cristiandad se han dedicado a teorizar y estructurar argumentos para hacer ver que “el fin de la Ley es Cristo“, es decir que Mashiaj le vino a dar término a la Ley cuando el vino en su ministerio redentor. Sin embargo, el texto nos ofrece un mensaje diferente, uno donde la Torah tiene una función primordial en la vida que ha sido rescatado por Mashiaj. Entendiendo la carta en su sentido correcto “el propósito de la Ley es Cristo“.
Sobre este estudio
En este estudio exahustivo, nuestro Rabino Peretz ben Yehudah nos guiará por el contexto hebreo de la carta a la kehilah (congragación) que está en Roma. Iremos paso a paso entendiendo los pasajes más ignorados de la carta tales como “ Porque hay un solo Dios, quien justificará por la fe a los de la circuncisión y, mediante la fe, a los de la incircuncisión. Luego, ¿invalidamos la ley por la fe? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos la ley.“. Así mismo los temas más controversiales entre los “indoctos e inconstantes” como lo son: La Ley del Elohim y la ley del pecado, la gracias y la fe, la justificación, entre otros.