ParashaShemini

Porción # 26 de la Torah

Torah: Vayikra’ (Levítico) 9:1 – 11:47
Haftarah: 2 Samuel 6:1 – 7:17
Brit Jadashah: Hebreos 7:1-19

 

Resumen de la porción


La porción Shemini nos introduce a uno de los eventos más importantes para nuestro pueblo. Shemini o el octavo día después de la preparación Aharon y sus hijos inician con el servicio del altar. Se ofrece víctima por el Sacerdote y su casa y por el pueblo. No solo por el pecado, sino por la dedicación y por la paz que el pueblo estábamos experimentando en ese momento de ser aceptados por el Eterno.

El Eterno manda fuego desde los cielos para consumir las ofrendas presentadas a causa de la obediencia de Aharon y sus hijos. Aharon hizo todo como se le ordenó, se sujetó a las instrucciones del Eterno y por esa razón el Señor acepto las ofrendas no solo en señal de que el pecado del pueblo era perdonado y el pago de muerte fue saldado, sino que también los recibió como pueblo, los santificó para sí mismo y les mostró que la “paz que sobrepasa todo conocimiento” inundaba la relación entre el Eterno y nosotros.

El júbilo del pueblo no se hizo esperar y alabando al Eterno, se postraron sobre sus rostros con lágrimas de felicidad y corazones hinchados de gozo. Así mismo, el gozo de los hijos de Aharon les inundó y tomando sus incensarios ofrecieron incienso. Un incienso que no pidió el Eterno en un fuego que no era brasas del Altar. Así, en medio del júbilo y del furor, murieron los sacerdotes Nadab y Abiú por causa de hacer más allá de lo que el Eterno instruyó.

Sus cuerpos fueron sacados para ser llorados por el pueblo, sin embargo Aharon y sus hijos se mantuvieron en el servicio del altar sin presentar las señales de duelo en sus cabezas ni en sus vestiduras. Sin embargo en su luto, Aharon no comió del holocausto lo que causó el malestar de Moshé. Mas cuando escuchó las palabras de Aharon se quedó satisfecho de ver que aún la carne santa se le dio el trato correcto y se obedeció de acuerdo a la Torah.

Parashá Shemini

A causa de esto, el Eterno hablo con Aharon por primera vez siendo sacerdote para darle instrucciones para que los sacerdotes estén sobrios para que no haya ni una brizna de insensatez o falta de lucidez. Porque en un juicio completo, el juez de Israel sabrá discernir entre santo y profano, puro e inmundo.

Finalmente el Eterno le habla a Moshé y a Aharon sobre las instrucciones para que no solo el sacerdocio sepa hacer esa distinción, sino todo el pueblo con ellos. El Eterno que nos hizo subir de Egipto para ser nuestro Elohim nos enseña a no participar de la mesa de Egipto ni de Canaán, al comer solo lo que Él dice que es puro: Solo animales que rumian y además tienen pezuñas hundidas, peces de aleta y escama, aves no carroñeras y de objeto de culto pagano e insectos que saltan y vuelan. Es así como el pueblo aprenderemos a hacer la diferencia entre lo puro y lo inmundo.

Lectura de la Parashá

Levítico 9:1-16 (RVA)


9 En el octavo día Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel. Y dijo a Aarón: “Toma para el sacrificio por el pecado un becerro del ganado, y para el holocausto, un carnero sin defecto; y ofrécelos delante del SEÑOR. Después hablarás a los hijos de Israel, diciendo: ‘Tomen un macho cabrío para el sacrificio por el pecado, y un becerro y un cordero, sin defecto, los dos de un año, para el holocausto. Asimismo, tomen un toro y un carnero para el sacrificio de paz, que sacrificarás delante del SEÑOR, y una ofrenda vegetal mezclada con aceite; porque el SEÑOR se aparecerá hoy a ustedes’ ”.

Llevaron al frente del tabernáculo de reunión lo que Moisés mandó, y toda la asamblea se acercó y estuvo de pie delante del SEÑOR. Entonces Moisés dijo: “Esto es lo que ha mandado el SEÑOR. Háganlo, y la gloria del SEÑOR se les aparecerá”.

Moisés dijo a Aarón: “Acércate al altar y ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto, y haz expiación por ti y por el pueblo. Presenta también la ofrenda del pueblo y haz expiación por ellos, como ha mandado el SEÑOR”.

Entonces Aarón se acercó al altar y degolló el becerro del sacrificio por su propio pecado, y los hijos de Aarón le llevaron la sangre. Mojó su dedo en la sangre y la puso sobre los cuernos del altar, y derramó el resto de la sangre al pie del altar. 10 Hizo arder sobre el altar el sebo, los riñones y el sebo del hígado de la víctima por el pecado, como el SEÑOR había mandado a Moisés. 11 Pero quemó al fuego la carne y la piel, fuera del campamento. 12 Asimismo, degolló la víctima del holocausto. Luego los hijos de Aarón le presentaron la sangre, y él la derramó por encima y alrededor del altar. 13 Después le presentaron en pedazos la víctima del holocausto, junto con la cabeza, y los hizo arder sobre el altar. 14 Luego lavó las vísceras y las piernas, y las hizo arder sobre el holocausto en el altar.

15 Ofreció también la ofrenda del pueblo. Tomó el macho cabrío para el sacrificio por el pecado del pueblo, lo degolló y lo ofreció por el pecado, como el anterior. 16 Después ofreció el holocausto y lo hizo de acuerdo con lo establecido.

Levítico 9:17-23 (RVA)


17 Asimismo, presentó la ofrenda vegetal, llenando con ella su mano, y la hizo arder sobre el altar, además del holocausto de la mañana.

18 Degolló también el toro y el carnero como sacrificios de paz por el pueblo. Los hijos de Aarón le presentaron la sangre, y él la esparció por encima y alrededor del altar. 19 Asimismo, los sebos del toro y del carnero (la rabadilla, el sebo que cubre las vísceras, los riñones y el sebo del hígado); 20 y pusieron los sebos junto con los pechos. Él hizo arder los sebos sobre el altar, 21 pero Aarón meció el pecho y el muslo derecho como ofrenda mecida delante del SEÑOR, como el SEÑOR[a]había mandado a Moisés.

22 Después Aarón alzó sus manos hacia el pueblo y lo bendijo. Y descendió después de ofrecer el sacrificio por el pecado, el holocausto y los sacrificios de paz. 23 Luego Moisés y Aarón entraron en el tabernáculo de reunión. Al salir, bendijeron al pueblo, y la gloria del SEÑOR se apareció a todo el pueblo.

Levítico 9:24 – 10:11 (RVA)


24 Entonces salió fuego de la presencia del SEÑOR y consumió el holocausto y los sebos sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo gritó de gozo, y se postraron sobre sus rostros.

10 Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron en ellos fuego, pusieron sobre él incienso y ofrecieron delante del SEÑOR fuego extraño que él no les había mandado. Entonces salió fuego de la presencia del SEÑOR y los consumió. Y murieron delante del SEÑOR. Entonces Moisés dijo a Aarón:

—Esto es lo que habló el SEÑOR diciendo: “Me he de mostrar como santo en los que se acercan a mí, y he de ser glorificado en presencia de todo el pueblo”.

Y Aarón calló. Luego Moisés llamó a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo:

—Acérquense y llévense a sus hermanos de delante del santuario fuera del campamento.

Ellos se acercaron y los llevaron con sus vestiduras fuera del campamento, como dijo Moisés. Entonces Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar:

—No dejen suelto el cabello de sus cabezas ni rasguen sus vestiduras, para que no mueran ni haya ira sobre toda la asamblea. Pero sus hermanos, toda la casa de Israel, llorarán a los quemados, a quienes el SEÑOR quemó. Tampoco salgan de la entrada del tabernáculo de reunión, no sea que mueran; porque el aceite de la unción del SEÑOR está sobre ustedes.

Ellos hicieron conforme a la palabra de Moisés. Entonces el SEÑOR habló a Aarón diciendo:

—Ni tú ni tus hijos contigo beberán vino ni licor, cuando tengan que entrar en el tabernáculo de reunión, para que no mueran. Esto será un estatuto perpetuo a través de sus generaciones, 10 para hacer diferencia entre lo santo y lo profano, entre lo impuro y lo puro, 11 y para enseñar a los hijos de Israel todas las leyes que el SEÑOR les ha dicho por medio de Moisés.

Levítico 10:12-15 (RVA)


12 Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar, que habían quedado:

—Tomen la ofrenda vegetal que queda de las ofrendas quemadas al SEÑOR, y cómanla sin levadura junto al altar; porque es cosa muy sagrada. 13 Han de comerla en un lugar santo, pues esto les corresponde para siempre a ti y a tus hijos, de las ofrendas quemadas al SEÑOR, porque así me ha sido mandado. 14 Comerán también en un lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo, el pecho de la ofrenda mecida y el muslo derecho de la ofrenda alzada, porque estos les corresponden a ti y a tus hijos, de los sacrificios de paz de los hijos de Israel. 15 Con las ofrendas de los sebos que se han de quemar, traerán el muslo que será alzado y el pecho que será mecido, como ofrenda mecida delante del SEÑOR. Estos les corresponderán para siempre a ti y a tus hijos contigo, como el SEÑOR ha mandado.

Levítico 10:16-20 (RVA)


16 Después Moisés pidió con insistencia el macho cabrío para el sacrificio por el pecado, y he aquí que ya había sido quemado. Él se enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que habían quedado, y dijo:

17 —¿Por qué no comieron la ofrenda por el pecado en un lugar santo? Es cosa muy sagrada, y él se la dio a ustedes para cargar con la culpa de la congregación, a fin de hacer expiación por ella delante del SEÑOR. 18 Puesto que su sangre no fue llevada al interior del santuario, entonces debieron haberla comido en un lugar santo, como yo mandé.

19 Aarón respondió a Moisés:

—He aquí que ellos han ofrecido hoy su sacrificio por el pecado y su holocausto delante del SEÑOR, y a mí me han acontecido estas cosas. Si yo hubiera comido hoy de la ofrenda por el pecado, ¿habría sido acepto a los ojos del SEÑOR?

20 Moisés oyó esto, y le pareció bien.

Levítico 11:1-32 (RVA)


11 El SEÑOR habló a Moisés y a Aarón diciendo: “Hablen a los hijos de Israel y díganles que estos son los animales que podrán comer entre todos los cuadrúpedos de la tierra: Podrán comer cualquier animal que tiene pezuñas partidas, hendidas en mitades, y que rumia. Pero de los que rumian o de los que tienen la pezuña partida, no comerán estos: el camello, porque rumia pero no tiene la pezuña partida, será para ustedes inmundo. El conejo, porque rumia pero no tiene la pezuña partida, será para ustedes inmundo. La liebre, porque rumia pero no tiene la pezuña partida, será para ustedes inmunda. El cerdo, porque tiene las pezuñas partidas, hendidas en mitades, pero no rumia, será para ustedes inmundo. No comerán la carne de estos ni tocarán sus cuerpos muertos; serán para ustedes inmundos.

“De todos los animales acuáticos podrán comer estos: todos los que tienen aletas y escamas, tanto de las aguas del mar como de los ríos. 10 Pero todos los que no tienen aletas ni escamas, tanto en el mar como en los ríos, así como cualquier otra criatura acuática y cualquier otro ser viviente que hay en el agua, serán para ustedes detestables. 11 Les serán detestables; no comerán su carne y detestarán sus cuerpos muertos. 12 Todos los que en las aguas no tienen aletas ni escamas serán para ustedes detestables.

13 “De las aves[a], las que detestarán y no comerán por ser detestables son: el águila, el quebrantahuesos, el azor, 14 el falcón y el milano, según sus especies; 15 todo cuervo según sus especies; 16 el avestruz, el corvejón, la gaviota y el halcón, según sus especies; 17 la lechuza, el somormujo, el búho, 18 el calamón, el pelícano, el gallinazo, 19 la cigüeña y la garza, según sus especies; la abubilla y el murciélago.

20 “Todo insecto[b] alado que se desplaza sobre cuatro patas les será detestable. 21 Pero de entre todos los insectos que se desplazan sobre cuatro patas, y que tienen piernas unidas a sus patas para saltar con ellas sobre la tierra, podrán comer 22 los siguientes: Comerán la langosta según sus especies, el langostín según sus especies, el grillo según sus especies y el saltamontes según sus especies. 23 Todo otro insecto alado de cuatro patas les será detestable. 24 Por ellos quedarán impuros; cualquiera que toque sus cuerpos muertos quedará impuro hasta el anochecer. 25 Cualquiera que cargue algo de sus cuerpos muertos lavará su ropa y quedará impuro hasta el anochecer.

26 “Todo animal que tiene pezuñas no partidas, que no las tiene hendidas en mitades, o que no rumia, les será inmundo. Todo el que los toque quedará impuro. 27 De todos los animales que andan sobre cuatro patas les serán inmundos todos los que andan sobre sus garras. Todo el que toque sus cuerpos muertos quedará impuro hasta el anochecer. 28 El que cargue sus cuerpos muertos lavará su ropa y quedará impuro hasta el anochecer. Les serán inmundos.

29 “Entre los animales que se desplazan sobre la tierra, estos les serán inmundos[c]: la comadreja, el ratón y la tortuga, según sus especies; 30 el camaleón, el cocodrilo, el lagarto, la lagartija y el calamón. 31 Estos les serán inmundos de entre todos los animales que se desplazan. Todo el que los toque, estando muertos, quedará impuro hasta el anochecer. 32 Todo aquello sobre lo cual caiga alguno de ellos, estando muerto, quedará inmundo, sea utensilio de madera, prenda de vestir, piel, costal o herramienta de trabajo. Será metido en agua y quedará inmundo hasta el anochecer. Después quedará limpio.

Levítico 11:33-47 (RVA)


33 Si alguno de ellos cae dentro de cualquier utensilio de barro, quedará inmundo todo lo que esté dentro de él; romperán el utensilio. 34 Toda cosa que se come sobre la cual caiga tal agua quedará inmunda. Toda cosa que se bebe que esté en cualquiera de tales utensilios quedará inmunda. 35 Todo aquello sobre lo cual caiga algo de sus cuerpos muertos quedará inmundo. Si es horno u hornillo, será destruido. Son inmundos, y les serán inmundos. 36 Sin embargo, el manantial y la cisterna donde se acumula agua serán considerados limpios. Pero lo que haya tocado sus cuerpos muertos quedará inmundo.

37 “Si algo de sus cuerpos muertos cae sobre la semilla dispuesta para ser sembrada, esta será considerada limpia. 38 Pero si se ha puesto agua en la semilla y cae algo de sus cuerpos muertos sobre ella, les será inmunda.

39 “Si muere algún animal cuya carne pueden comer, el que toque su cuerpo muerto quedará impuro hasta el anochecer. 40 El que coma de su cuerpo muerto lavará su ropa, y quedará impuro hasta el anochecer. Y el que cargue su cuerpo muerto lavará su ropa, y quedará impuro hasta el anochecer.

41 “Todo reptil que se desplaza sobre la tierra es detestable; no será comido. 42 No comerán ningún animal que se desplaza sobre su pecho ni ninguno que se desplaza sobre cuatro o sobre muchas patas —todo el que se desplaza sobre la tierra— porque son detestables. 43 No hagan detestables sus personas por causa de ningún reptil. No se contaminen con ellos ni se hagan impuros por causa de ellos. 44 Porque yo soy el SEÑOR su Dios, ustedes se santificarán; y serán santos, porque yo soy santo. No se contaminen por causa de ningún reptil que se desplaza sobre la tierra. 45 Porque yo soy el SEÑOR, que los hago subir de la tierra de Egipto para ser su Dios. Serán santos, porque yo soy santo”.

46 Estas son las instrucciones acerca de los animales terrestres, de las aves, de todos los animales acuáticos y de todos los animales que se desplazan sobre la tierra; 47 para diferenciar entre lo inmundo y lo limpio, entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer.

2 Samuel 6:1-7:17 (RVA)


6 David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil en total. Entonces David se levantó, y con todo el pueblo que estaba con él, partió de Baala de Judá para subir desde allí el arca de Dios, sobre la cual es invocado el nombre[a] del SEÑOR de los Ejércitos, que tiene su trono entre los querubines. Luego colocaron el arca de Dios sobre una carreta nueva y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. Uza y Ajío, hijos de Abinadab, guiaban la carreta nueva con el arca de Dios, y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. Ajío iba delante del arca. David y toda la casa de Israel se regocijaban delante del SEÑOR, con toda clase de instrumentos de madera de ciprés: arpas, liras, panderetas, sistros y címbalos.

Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios y la sujetó, porque los bueyes tropezaron. Entonces el furor del SEÑOR se encendió contra Uza, y Dios lo hirió allí por el atrevimiento. Y murió allí, junto al arca de Dios.

David se disgustó porque el SEÑOR había irrumpido contra Uza, y llamó aquel lugar Perez-uza, hasta el día de hoy. Aquel día David tuvo miedo del SEÑOR y dijo: “¿Cómo ha de venir a mí el arca del SEÑOR?”.

10 David ya no quiso llevar consigo el arca del SEÑOR, a la Ciudad de David. Más bien, David la desvió a la casa de Obed-edom el geteo. 11 El arca del SEÑOR se quedó en casa de Obed-edom el geteo durante tres meses. Y el SEÑOR bendijo a Obed-edom y a toda su familia.

12 Se le informó al rey David diciendo: “El SEÑOR ha bendecido la familia de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios”. Entonces David fue e hizo subir con regocijo el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la Ciudad de David. 13 Y sucedió que cuando los que llevaban el arca de Dios habían dado seis pasos, David sacrificó un toro y un carnero engordado. 14 David danzaba con toda su fuerza delante del SEÑOR, y David estaba vestido con un efod de lino. 15 David y toda la casa de Israel subían el arca del SEÑOR, con gritos de júbilo y sonido de corneta.

16 Sucedió que cuando el arca del SEÑOR llegó a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl miró por la ventana; y al ver al rey David saltando y danzando delante del SEÑOR, lo menospreció en su corazón.

17 Así trajeron el arca del SEÑOR y la colocaron en su lugar, en medio de la tienda que David había erigido para ella. Luego David ofreció holocaustos y sacrificios de paz delante del SEÑOR.

18 Cuando David acabó de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR de los Ejércitos. 19 Entonces repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, una de dátiles[e] y una de pasas. Y todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.

20 Luego volvió David para bendecir a su familia. Pero Mical hija de Saúl, saliendo para encontrar a David, le dijo:

—¡Cómo se ha cubierto de honra hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy ante los ojos de las criadas de sus servidores, como se descubriría sin decoro un cualquiera!

21 David respondió a Mical:

—Fue delante del SEÑOR, que me eligió en lugar de tu padre y de toda su casa, para constituirme como el soberano del pueblo del SEÑOR, de Israel. Por tanto, me regocijaré delante del SEÑOR. 22 Y aún me haré más vil que esta vez y me rebajaré ante mis[f] propios ojos. Pero con las criadas que has mencionado, ¡junto con ellas seré honrado!

23 Y Mical hija de Saúl no tuvo hijos hasta el día de su muerte.

Aconteció que cuando el rey habitaba ya en su casa, y el SEÑOR le había dado descanso de todos sus enemigos en derredor, el rey dijo al profeta Natán:

—Mira; yo habito en una casa de cedro, mientras que el arca de Dios habita en una tienda.

Y Natán dijo al rey:

—Anda, haz todo lo que está en tu corazón, porque el SEÑOR está contigo.

Pero aconteció que aquella noche vino la palabra del SEÑOR a Natán, diciendo: “Ve y di a mi siervo David que así ha dicho el SEÑOR: ‘¿Me edificarás tú una casa en la que yo habite?’. Ciertamente yo no he habitado en una casa desde el día en que hice subir a los hijos de Israel de Egipto, hasta el día de hoy. Más bien, he estado peregrinando en una tienda y en un tabernáculo. Dondequiera que he peregrinado con todos los hijos de Israel, ¿acaso he dicho una palabra a alguna de las tribus de Israel a la que yo comisioné para apacentar a mi pueblo Israel, preguntando: ‘¿Por qué no me han edificado una casa de cedro?’.

“Ahora pues, dirás a mi siervo David que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: ‘Yo te tomé del prado, de detrás del rebaño, para que fueras el soberano de mi pueblo Israel. He estado contigo por dondequiera que has andado. He eliminado a todos tus enemigos de tu presencia, y haré que tu nombre sea grande, como el nombre de los grandes de la tierra. 10 Asimismo, dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que habite en su lugar sin que sea molestado más, ni los inicuos vuelvan a afligirlo como al comienzo, 11 desde el día en que constituí jueces sobre mi pueblo Israel. Y yo te daré descanso de todos tus enemigos.

“‘Además, el SEÑOR te declara que el SEÑOR te hará casa a ti. 12 Cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo levantaré después de ti a un descendiente tuyo, el cual procederá de tus entrañas y afirmaré su reino. 13 Él edificará una casa a mi nombre, y yo estableceré el trono de su reino para siempre. 14 Yo seré para él padre; y él será para mí hijo. Cuando haga mal, yo lo corregiré con vara de hombres y con azotes de hijos de hombre. 15 Pero no quitaré de él mi misericordia, como la quité de Saúl, al cual quité de tu presencia. 16 Tu casa y tu reino serán firmes para siempre delante de mí, y tu trono será estable para siempre’ ”.

17 Natán habló a David conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión.

Hebreos 7:1-19 (RVA)


7 Porque este Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de Abraham que volvía de derrotar a los reyes, y lo bendijo. Asimismo, le dio Abraham los diezmos de todo. En primer lugar, su nombre significa “rey de justicia”; y también era rey de Salem, que significa “rey de paz”. Sin padre ni madre ni genealogía, no tiene principio de días ni fin de vida; y en esto se asemeja al Hijo de Dios: en que permanece sacerdote para siempre.

Miren, pues, cuán grande fue aquel a quien aun el patriarca Abraham le dio los diezmos del botín. Ciertamente, aquellos descendientes de Leví que han recibido el sacerdocio tienen, según la ley, mandamiento de recibir los diezmos del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque ellos también son descendientes de Abraham. Pero aquel, cuya genealogía no es contada entre ellos, recibió los diezmos de Abraham y bendijo al que tenía las promesas. Indiscutiblemente, el que es menor es bendecido por el mayor. Aquí hombres que mueren reciben los diezmos, mientras que allí los recibe aquel acerca de quien se ha dado testimonio de que vive. Y por decirlo así, en la persona de Abraham también Leví, el que recibe los diezmos, dio el diezmo. 10 Porque él todavía estaba en el cuerpo de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.

11 Ahora bien, si fuera posible lograr la perfección por medio del sacerdocio levítico (porque bajo este el pueblo ha recibido la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? 12 Porque de haber cambio de sacerdocio, es necesario que también se haga cambio de ley. 13 Pues aquel de quien se dice esto es de otra tribu de la cual nadie ha servido en el altar. 14 Porque es evidente que nuestro Señor nació de la tribu de Judá, sobre la cual Moisés no dijo nada en cuanto al sacerdocio. 15 Esto es aún más evidente si otro sacerdote se levanta a la semejanza de Melquisedec, 16 quien no ha sido constituido conforme al mandamiento de la ley acerca del linaje carnal sino según el poder de una vida indestructible. 17 Pues de él se da este testimonio:

Tú eres sacerdote para siempre

según el orden de Melquisedec.

18 A la verdad, el mandamiento anterior fue abrogado por ser ineficaz e inútil, 19 porque la ley no perfeccionó nada. Sin embargo, se introduce una esperanza superior por la cual nos acercamos a Dios.

Estudios de la Porción

Del Rabino Peretz ben Yehudah