הַאֲזִ֥ינוּ הַשָּׁמַ֖יִם וַאֲדַבֵּ֑רָה וְתִשְׁמַ֥ע הָאָ֖רֶץ אִמְרֵי־פִֽי

Ha’azinu hashamaym ra’edaberah vetishma’ ha’aretz ‘imrey-py

Presten atención, oh cielos, y hablaré; escuche la tierra los dichos de mi boca.

Torah

Devarim (Deuteronomio) 32

Haftarah

II Shemuel (Samuel) 22:1-51

Brit Jadashah

Romaym (Romanos) 10:17-11:12, 12:19.15:9-10

Deuteronomio 32:1-6  (RVA2015)


Presten atención, oh cielos, y hablaré; escuche la tierra los dichos de mi boca.

Goteará como lluvia mi enseñanza,

destilará cual rocío mi palabra,

como lloviznas sobre el pasto,

como aguaceros sobre la hierba.

Porque el nombre del SEÑOR proclamaré.

¡Engrandezcan a nuestro Dios!

“Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud.

Él es un Dios fiel,

en quien no hay iniquidad;

es justo y recto.

La corrupción no es suya;

de sus hijos es la mancha,

generación torcida y perversa.

¿Así pagan al SEÑOR,

pueblo necio e insensato?

¿Acaso no es él tu Padre, tu Creador, quien te hizo y te estableció?

Deuteronomio 32:7-12 (RVA2015)


“Acuérdate de los días antiguos;

considera los años de muchas generaciones.

Pregunta a tu padre, y él te declarará;

a tus ancianos, y ellos te dirán.

Cuando el Altísimo repartió heredades a las naciones,

cuando separó a los hijos del hombre,

estableció las fronteras de los pueblos según el número de los hijos de Israel[a].

Porque la porción del SEÑOR

es su pueblo;

Jacob es la parcela de su heredad.

10 “Lo halló en tierra desértica,

en medio de la soledad rugiente del desierto.

Lo rodeó, lo cuidó,

lo guardó como a la niña de sus ojos;

11 como el águila que agita su nidada,

revolotea sobre sus polluelos,

extiende sus alas, los toma,

y los lleva sobre sus plumas.

12 El SEÑOR solo lo guió;

no hubo dioses extraños con él.

Deuteronomio 32:13-18 (RVA2015)


13 Lo hizo cabalgar sobre las alturas

de la tierra

y lo hizo comer los productos del campo.

Hizo que chupara miel de la peña,

aceite del duro pedernal,

14 mantequilla de las vacas,

leche de las ovejas,

con sebo de corderos y carneros,

y machos cabríos de Basán[a].

Con lo mejor del trigo

y de la sangre de uvas bebiste vino.

15 “Jesurún[b] se engordó y dio coces. (Te hiciste gordo, grueso y rollizo).

Y abandonó al Dios que lo hizo; desdeñó a la Roca de su salvación.

16 Lo provocaron a celos con dioses ajenos; lo enojaron con abominaciones.

17 Ofrecieron sacrificios a los demonios, no a Dios;

a dioses que no habían conocido,

a dioses nuevos, llegados de cerca,

a los cuales sus padres no temieron.

18 Te has olvidado de la Roca que te procreó;

te has olvidado del Dios que te hizo nacer.

Deuteronomio 32:19-28 (RVA2015)


19 “El SEÑOR lo vio, e indignado desdeñó a sus hijos y a sus hijas.

20 Entonces dijo:

‘Esconderé de ellos mi rostro

y veré cuál será su final;

porque son una generación perversa, hijos en quienes no hay fidelidad.

21 Ellos me provocaron a celos

con lo que no es Dios;

me indignaron con sus vanidades. También yo los provocaré a celos

con uno que no es pueblo;

con una nación insensata les causaré indignación.

22 Porque fuego se ha encendido

en mi furor

y arderá hasta el fondo del Seol.

Devorará la tierra y sus frutos,

e inflamará los fundamentos de las montañas.

23 Yo añadiré males sobre ellos;

con mis flechas los acabaré.

24 Serán abatidos por el hambre,

y consumidos por la fiebre ardiente

y por la amarga plaga.

Contra ellos enviaré dientes de fieras junto con el veneno de serpientes

que se arrastran en el polvo.

25 Afuera desolará la espada

y adentro el espanto,

tanto a los jóvenes como a las vírgenes, al que mama y al hombre con canas.

26 Yo dije: Yo los dispersaría[a];

haría cesar su memoria de entre los hombres,

27 si no temiera la saña del enemigo,

y que sus adversarios entiendan mal. No sea que ellos digan:

Nuestra mano enaltecida

hizo todo esto, y no el SEÑOR’.

28 “Son un pueblo al cual le falta juicio;

no hay en ellos entendimiento.

Deuteronomio 32:29-39 (RVA2015)


29 Si fueran sabios, entenderían esto;

comprenderían cuál sería su final.

30 ¿Cómo podrá perseguir uno a mil?

¿Cómo harán huir dos a diez mil,

si su Roca no los hubiera vendido,

si el SEÑOR no los hubiera entregado?

31 La roca de ellos no es como nuestra Roca;

nuestros mismos enemigos lo han

de reconocer.

32 La vid de ellos proviene de la vid

de Sodoma[a],

y de los campos de Gomorra.

Sus uvas son uvas venenosas;

sus racimos son amargos.

33 Su vino es veneno de serpientes

y veneno cruel de cobras.

34 “‘¿Acaso no tengo reservado esto conmigo,

sellado entre mis tesoros?

35 Mía es la venganza, yo pagaré[b];

a su debido tiempo su pie resbalará.

Porque está cercano el día

de su calamidad,

y lo que les está preparado se apresura’.

36 “Ciertamente el SEÑOR juzgará

a su pueblo

y tendrá misericordia de sus siervos,

cuando vea que se agota su fuerza

y que no queda nadie, ni preso

ni abandonado.

37 Él dirá: ‘¿Dónde están sus dioses,

la roca en que se refugiaban,

38 los que comían el sebo de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones?

¡Que se levanten y los socorran!

¡Que les sirvan de refugio!’.

39 “‘Vean ahora que yo, Yo Soy[c],

y conmigo no hay más dioses.

Yo hago morir y hago vivir;

yo hiero y también sano;

no hay quien pueda librar de mi mano.

Deuteronomio 32:40-43 (RVA2015)


40 Ciertamente levantaré mis manos

a los cielos

y diré: ¡Viva yo para siempre!

41 Cuando afile mi reluciente espada

y mi mano arrebate el juicio,

tomaré venganza de mis enemigos

y retribuiré a los que me aborrecen.

42 Mi espada devorará carne,

y mis flechas embriagaré con sangre: con la sangre de muertos y cautivos,

y de las cabezas melenudas del enemigo’.

43 “¡Regocíjense, oh naciones,

con su pueblo!

Porque él vengará la sangre

de sus siervos.

Él tomará venganza de sus enemigos

y expiará la tierra de su pueblo”.

Deuteronomio 32:44-52 (RVA2015)


44 Moisés fue con Josué hijo de Nun y pronunció todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo. 45 Cuando Moisés acabó de pronunciar todas estas palabras a todo Israel, 46 les dijo: “Apliquen su corazón a todas las palabras con que yo les advierto hoy, para que las encarguen a sus hijos a fin de guardar y poner por obra todas las palabras de esta ley. 47 Porque no son palabras vanas; pues son la vida de ustedes, y a causa de estas palabras prolongarán sus días en la tierra que para tomarla en posesión cruzan el Jordán”.

48 Aquel mismo día el SEÑOR habló a Moisés diciendo: 49 “Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab, frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán que yo doy en posesión a los hijos de Israel. 50 Allí en el monte a donde subas, morirás y serás reunido con tu pueblo, así como murió Aarón tu hermano en el monte Hor y fue reunido con su pueblo. 51 Porque actuaron contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba en Cades, en el desierto de Zin; y no me trataron como santo en medio de los hijos de Israel. 52 Por eso verás la tierra delante de ti, pero no irás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel”.

2 Samuel 22:1-51 (RVA2015)


David dirigió al SEÑOR las palabras de este cántico, el día que el SEÑOR lo libró de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Él dijo:

“El SEÑOR es mi roca,

mi fortaleza y mi libertador.

Dios es mi peña; en él me refugiaré.

Él es mi escudo, el poder

de mi liberación,

mi baluarte, mi refugio y mi salvador. Tú me salvas de la violencia.

“Invocaré al SEÑOR, quien es digno de ser alabado,

y seré librado de mis enemigos.

Ciertamente me rodearon las olas

de la muerte,

y los torrentes de la perversidad me atemorizaron.

Me rodearon las ligaduras del Seol;

me confrontaron los lazos de la muerte.

“En mi angustia invoqué al SEÑOR;

invoqué a mi Dios.

Él oyó mi voz desde su templo,

y mi clamor llegó[a] a sus oídos.

“La tierra se estremeció y tembló;

se conmovieron los cimientos

de los cielos.

Se estremecieron, porque él se airó.

Humo subió de su nariz;

de su boca salió fuego consumidor,

y carbones encendidos saltaban de él.

10 Inclinó los cielos y descendió;

una densa oscuridad había debajo

de sus pies.

11 Cabalgó sobre un querubín y voló;

se remontó[b] sobre las alas del viento.

12 Puso tinieblas alrededor de sí como su morada,

oscuridad de aguas y densas nubes.

13 Por el resplandor de su presencia

se encendieron carbones de fuego.

14 “El SEÑOR tronó desde los cielos;

el Altísimo dio su voz.

15 Envió flechas y los dispersó;

arrojó relámpagos y los desconcertó.

16 A la reprensión del SEÑOR,

por el soplo del aliento de su nariz,

se hicieron visibles los lechos del mar,

y se descubrieron los cimientos del mundo.

17 “Envió desde lo alto y me tomó;

me sacó de las aguas caudalosas.

18 Me libró de mi poderoso enemigo

y de los que me aborrecían,

pues eran más fuertes que yo.

19 Se enfrentaron a mí el día

de mi desgracia,

pero el SEÑOR fue mi apoyo.

20 Él me sacó a un lugar espacioso;

me libró, porque se agradó de mí.

21 “El SEÑOR me ha pagado conforme

a mi justicia;

conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.

22 Porque he guardado los caminos del SEÑOR,

y no me he apartado impíamente

de mi Dios.

23 Porque delante de mí han estado todos sus juicios,

y no he apartado de mí sus estatutos.

24 Fui íntegro para con él,

y me guardé de mi maldad.

25 Por tanto, el SEÑOR me ha

recompensado conforme a mi justicia, conforme a mi limpieza ante sus ojos.

26 “Con el misericordioso

te muestras misericordioso,

e íntegro con el hombre íntegro.

27 Con el limpio te muestras limpio,

y eres sagaz con el perverso.

28 Salvas al pueblo humilde;

pero tus ojos humillan a los altivos.

29 Ciertamente tú eres mi lámpara,

oh SEÑOR;

el SEÑOR ilumina mis tinieblas.

30 Contigo desbarataré ejércitos;

con mi Dios saltaré murallas.

31 “Perfecto es el camino de Dios;

probada es la palabra del SEÑOR.

Él es escudo a todos los que en él

se refugian.

32 Porque, ¿quién es Dios fuera del SEÑOR?

¿Quién es Roca fuera de nuestro Dios?

33 Dios es el que me ciñe de vigor[c],

y hace perfecto mi camino.

34 Hace que mis pies sean ágiles como los del venado,

y me mantiene firme sobre mis alturas.

35 Adiestra mis manos para la batalla;

así mis brazos pueden tensar el arco

de bronce.

36 “Me has dado el escudo de tu salvación; tu condescendencia me ha engrandecido.

37 Tú has ensanchado mis pasos debajo de mí,

para que no tiemblen mis tobillos.

38 Perseguí a mis enemigos y los destruí;

no volví sino hasta acabarlos.

39 Los consumí;

los golpeé, y no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.

40 Me ceñiste de poder para la batalla;

doblegaste a mis enemigos debajo de mí.

41 Hiciste que mis enemigos me dieran las espaldas,

y destruí a los que me aborrecían.

42 Clamaron, pero no hubo quien los salvara.

Clamaron al SEÑOR, pero él

no les respondió.

43 Los desmenucé como polvo de la tierra; los deshice como lodo de la calle

y los aplasté.

44 “Tú me libraste de las contiendas

de mi pueblo,

y me guardaste como jefe

de las naciones.

Aun los pueblos que yo no conocía me sirvieron.

45 Los hijos de los extranjeros

me adulaban;

apenas oían de mí, me rendían obediencia.

46 Los hijos de los extranjeros

se desvanecían[d]

y salían temblando de sus escondrijos.

47 “¡Viva el SEÑOR! ¡Bendita sea mi Roca! Sea ensalzado Dios, la roca

de mi salvación,

48 el Dios que ejecuta mi venganza;

somete a los pueblos debajo de mí

49 y me aparta de mis enemigos.

Tú me has enaltecido sobre mis adversarios,

y me has librado del hombre violento.

50 Por eso te confesaré entre las naciones, oh SEÑOR,

y cantaré salmos a tu nombre.

51 “Él engrandece las victorias de su rey

y muestra misericordia a su ungido:

a David y a sus descendientes, para siempre”.

Romanos 10:17-11:12, 12:19.15:9-10 (RVA2015)


17 Por esto, la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo.

18 Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí!

Por toda la tierra ha salido la voz de ellos;

y hasta los confines del mundo, sus palabras.

19 Pero pregunto: ¿Acaso no comprendió Israel? Moisés fue el primero en decir:

Yo les provocaré a celos

con un pueblo que no es mío;

con una nación sin entendimiento

les provocaré a enojo.

20 También Isaías se atreve a decir:

Fui hallado entre los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban por mí.

21 Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.

11 Por tanto, pregunto: ¿Acaso rechazó Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Porque yo mismo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. Dios no rechazó a su pueblo, al cual conoció de antemano. ¿O no saben lo que dicen las Escrituras en el caso de Elías cuando se quejó ante Dios contra Israel? Dice: Señor, han matado a tus profetas y han derribado tus altares; y yo he quedado solo, y procuran quitarme la vida. Pero, ¿qué le dice la respuesta divina? He dejado para mí siete mil hombres que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también, en este tiempo presente se ha levantado un remanente según la elección de gracia. Y si es por la gracia no procede de las obras; de otra manera, la gracia ya no sería gracia.

¿Qué, pues? Lo que Israel busca, eso no alcanzó, pero los elegidos sí lo alcanzaron; y los demás fueron endurecidos, como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos para no ver, y oídos para no oír, hasta el día de hoy.

Y David dice:

Que su mesa se convierta en trampa y red, en tropezadero y retribución para ellos.

10 Que sus ojos se oscurezcan para no ver, y haz que su espalda se doblegue para siempre.

11 Pregunto pues: ¿Acaso tropezaron para que cayesen? ¡De ninguna manera! Más bien, con la transgresión de ellos ha venido la salvación a los gentiles para que aquellos sean provocados a celos. 12 Y si su transgresión es la riqueza del mundo y su fracaso es la riqueza de los gentiles, ¡cuánto más será la plena restauración de ellos!


19 Amados, no se venguen ustedes mismos sino dejen lugar a la ira de Dios, porque está escrito: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor.


y para que las naciones glorifiquen a Dios por la misericordia, como está escrito:

Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, y cantaré a tu nombre.

10 Y otra vez dice:

Alégrense, naciones, con su pueblo.